Después de un recital de poesía hace algunos meses, terminamos en un bar con Efraín Altamirano y otros amigos poetas. Dentro de esas ideas locas que aparecen, salió la de realizar una caravana a Cusco, donde llenemos con poesía la ciudad, una ciudad que de por sí naturalmente la tiene.

Pasaron los meses y con Durazno Sangrando estaba preparando un festival, con la particularidad de que cada recital gire alrededor de una temática en especial, como lo hacen poemarios, exposiciones de pintura, fotografía, etc; y donde la poesía encuentre espacio para dialogar con otras artes.

Decidimos que lo más conveniente sería trabajar el proyecto en conjunto con otros colectivos difusores de poesía y de arte en general. Para ello, me contacté con Efraín, poeta y gestor del Grupo Parasomnia, y me dio con la sorpresa de que ya estaba bastante avanzada la Carava de Poesía a Cusco. Por inercia, decidimos fusionar ambos conceptos y de esa sinergia resultó este I Festival Caravana de Poesía: Lima – Cusco.

Queremos marcar un hito en el escenario poético del país, consolidando el Festival Caravana de Poesía como una plataforma que construya puentes de intercambio cultural y creativo entre ciudades.

Como posibilidades para el próximo están: Piura, Trujillo, Chiclayo, Arequipa, Iquitos… ¿Y por qué no realizar un Festival Caravana de Poesía: Perú – Argentina, más adelante, por ejemplo? Todo es posible, pero paso a paso.

Varios contemporáneos; dentro de ellos, Paul Forsyth. Su libro El Oscuro Pasajero me sorprendió en su momento, por ser poesía para pensar, que conduce a la introspección. Los poemas de ese libro te pasean a través de diálogos de sus yos, por sus sombras, por su locura y así por las de uno mismo. Otros poemas suyos, de otro estilo, también me impresionan; como constante encuentro pasión, convicción, sensibilidad, profundidad.

Otro poeta joven, de la camada de las Nuevas Voces, que me ha sorprendido es Fernando Reverter. En sus poemas destaco su naturalidad para escribir. Su liberación de paradigmas e influencias consiguen una forma muy auténtica donde las imágenes hipnotizan hasta conducirte a conocer su soledad y su conflicto con el tiempo en su libro Hombre Solo; próximo a publicar.

Además de ellos, hay muchos jóvenes con un gran potencial: Andrea Sovero, Matheus Calderón, Juan Ignacio Chavez, entre tantos otros.

Creo que es natural en la experiencia de una persona con el arte, que tras fascinarse, la busque compartir. Siendo la poesía capaz de tocar el alma, de darle alas, cómo no querer compartirla.

Por otro lado, la industria cultural en nuestro país es casi nula, muy débil, carente de profesionalidad y con una demanda diminuta. Dentro de esta industria, la poesía es la que se lleva la peor parte. Entonces, hay mucho por hacer.

Que esta generación es distinta, es especial. No sufrimos en carne propia ni el terrorismo, ni la hiperinflación, tampoco a un gobierno nacionalista. Somos una generación privilegiada, se nos ha dado mucho y nos toca dar también.

El crecimiento económico, la oportunidad de trabajo en Lima, permite que las personas se preocupen menos por resolver sus necesidades básicas; por ello, se promociona tanto satisfacer las sociales (con el Smartphone, la discoteca, etc). Pero hoy podemos aspirar a buscar resolver necesidades más trascendentes, con el arte.